"Si eStaS paRedEs HabLaraN..."

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Hay todo un mundo de palabras ahí afuera.

"Si estas paredes hablaran" se dice a veces, como entendiendo que los muros esconden secretos de lo más interesantes. En estos días, casi casualmente, caí en la cuenta de que las paredes HABLAN. Y la verdad es que si uno se anima, decubre todo un mundo de gritos sordos escondidos en letras y expresiones de las más variadas.

Palabras que reclaman, que anuncian, que sienten. Palabras que declaran, que sostienen, que expresan todo un mundo de muy dentro.

Todo este descubrir, aunque no sea nada poético, surge cuando me encuentro con el lado interno de la puerta del baño en una terminal de colectivos. Escritos en cuanto lugar ha sido posible, y cuando ya no más lugar, superpuestos sobre otros, mensajes de toda clase, tenor, color, sentir.

Notas de amor, de bronca. Filosofía, teléfonos, direcciones de e-mail, insultos, pasiones.

Desde ese momento, no puedo parar de mirar-buscando, o buscar-mirando (que para el caso es lo mismo) lo que las paredes dicen.

Pienso en quién lo escribe, más que pienso, imagino.

Por qué la urgencia de decir de esta manera, de perpetuar palabras en paredes, paredes como libros callejeros, como cartas, como notas al viento, como botellas al mar que alguien encuentra. Como yo ahora, mientras miro, mientras leo.

Me dieron ganas de darle lugar a esas palabras. Rescatar de la calle, palabras vagabundas, darles lugar acá, que sientan que las salvo de tanta indiferencia.

De eso se trata este blog.

Lo que la calle me dice mientras ando.